Con la edad y la pérdida de elasticidad de la piel empiezan a aparecer las arrugas.
El momento actual que estamos viviendo nos obliga a convivir con la mascarilla, esto hace que nos fijemos más en la zona que queda expuesta, la frente y la mirada.
El tratamiento con sustancias neuromoduladoras nos ayuda a tratar esta zona facial, a suavizar las arrugas y a abrir la mirada, dando un aspecto de menos cansado y de buena cara.
El objetivo de este blog es desmitificar el tratamiento con sustancias neuromoduladoras, aquí os explicamos en que consiste, que obtenemos con el tratamiento, cuanto dura,…
El tratamiento con neuromoduladores es una técnica de rejuvenecimiento facial.
Se utiliza en medicina estética para el tratamiento de las arrugas de expresión.
Las arrugas de expresión son aquellas que aparecen con los movimientos de los músculos y están en la frente, el entrecejo y las patas de gallo.
La aplicación de la toxina nos permite relajar el músculo, al generar esta relajación las arrugas no quedan marcadas.
Es una técnica indolora, se realizan microinyecciones sobre la zona donde se quiere trabajar con una aguja muy fina.
Previamente se puede aplicar una crema anestésica, que reconfortará al paciente.
Después del tratamiento se recomienda no tocar ni presionar la zona tratada, y no realizar ejercicios que produzcan un aumento de la sudoración.
El efecto del producto empieza a verse a las 24-48 horas de su aplicación, a los 7-10 días tenemos su efecto máximo. Aquí será el momento de realizar un control con el médico estético por si es necesario aplicar un retoque del producto.
El efecto de los neuromoduladores dura unos 4 meses aproximadamente.
Se recomienda realizar el tratamiento 2 veces al año.
Los resultados son muy naturales, suaviza la expresión facial y abre la mirada.